jueves, 22 de enero de 2009

capitulo IV la realidad muerde

Y luego también te das cuenta que a pesar de la decisión de DESPERTAR finalmente y a través de medios artificiales, la realidad muerde, no todo el tiempo estarás en ese estado de entumecimiento inducido y a veces tus pensamientos recurrentes, ya obsesiones te llevan a un estado de psicosis eufórica que a diferencia de las psicosis corrosivas, el estado de euforia te da una claridad que antes no tenías ante muchas situaciones de la vida cotidiana, como que todo es más simple de lo que creías y que te has pasado la vida en divagaciones inútiles que solo lastiman el espíritu y lamentablemente ha pasado tanto tiempo que reconciliarte con la parte dañada es muy muy costoso, dado que el costo, significa entender que habrá dolores de cabeza de esos propios y de esos ajenos, costumbres y arraigos que se dejan de lado y la parte más difícil, no anular todo esto que has construido, todo eso que llamas tú, y aunque el DESPERTAR suena prometedor, el costo, te hace ver que has desperdiciado años y años de vida, y eso duele esa mordida es tan incisiva que quisieras que el tiempo te haya dejado ahí, antes del ayer, y después del ahora, pero como hacer para decirse a uno mismo que el mayor problema no está afuera sino en esos demonios de la cabeza que hacen que uno circule la misma idea hasta amasarla del modo mas autodestructivo que sea posible y así inicia todo como esa idea que es un chispazo en la nada y de repente es un cuchillo, y de repente es una navaja o un cateter, y esa idea ese objeto se vuelven sangre y te matas pero no lo ves porque en tu cabeza circula tu idea amasada en no hay dolor, cuando al final y al principio no tiene porque haber dolor todo son esos demonios pensantes de la cabeza, a veces lo más complicado es volverse simple. Y cuando te das cuenta una sonrisa estupida se dibuja en tus labios, y te dices que de ahora en adelante, tu morderas a la realidad aún y a pesar de no saber cómo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario